Los ácidos grasos saturados se encuentran en alimentos de origen animal como mantequilla, queso, carne grasa, productos cárnicos (p. ej., salchichas, hamburguesas) y leche entera. También se encuentran en fuentes vegetales como el aceite de coco y el aceite de palma. Son sólidos a temperatura ambiente. Comer cantidades excesivas de ácidos grasos saturados puede dar lugar a niveles altos de colesterol “malo”, un factor de riesgo bien conocido en las enfermedades cardíacas. La Organización Mundial de la Salud recomienda que las SFA no superen el 10 % de nuestra ingesta total de energía. |